En 1.947 Alvar Aalto construyó esta residencia de estudiantes, Baker House, para el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Aalto utilizó distintos recursos para romper la monotonía de la extensión y el programa requeridos. Incluso llegó a curvar la fachada, de manera que las habitaciones disfrutaran de la vista del río Charles sin ver desde sus ventanas todo el edificio. Igualmente alternó la capacidad y la forma de las habitaciones y combinó las formas y disposiciones de los espacios comunes, incluidas las escaleras, que sobresalen de la fachada posterior; así, todas las habitaciones son distintas y mientras unas miran río arriba, otras lo hacen río abajo. A pesar de la curva, la fachada de las habitaciones es un ritmo ininterrumpido. Funcionalmente se entra por la parte posterior y desde allí puede elegirse ir al comedor u otras dependencias que, en planta baja, sobresalen por uno de los lados de la figura sinusoidal de las habitaciones como cuerpos independientes, o acceder a las habitaciones escaleras arriba. En cada piso hay salones comunes de menor dimensión a los principales, situados en planta baja.
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