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21 de febrero de 2011

Inundaciones San Javier 1.987

Recuerdo cuando era niña unas fuertes inundaciones que hubieron en 1.987 que produjeron imágenes como las que expongo a continuación. Arriba, una imagen que encuentro por casualidad acerca de la zona de la Rambla de San Javier, la cual bordea el edificio de la Telefónica (que se ve al fondo), y lo que me hace suponer que puede llegar a tratarse de una zona inundable.
"Tras el bajo índice de circulación zonal que padece la Península Ibérica durante el solsticio estival, el otoño posibilita la reiniciación de la actividad de los "Ponientes" en nuestras latitudes subtropicales: la circulación sufre una migración de conjunto Norte-Sur. El anillo planetario subtropical anticiclónico irrumpe hacia la zona de Cáncer, simultáneamente que el cinturón de bajas presiones subpolares se dilata hacia el Sur, adquiriendo trayectorias cada vez más meridionales, de las perturbaciones ondulatorias del frente polar. La España mediterránea se verá pues afectada, aunque de manera irregular de un año a otro, por dicho fenómeno climático planetario.
 El paso de una circulación anticiclónica ligada al Contralisio, a otra ciclónica gobernada por los Westerlies, está propiciada por el debilitamiento sobre nuestra vertical de las dorsales de bloqueo subtropicales (alta de Azores o alta Norteafricana) y una trayectoria del Chorro a latitud más baja, cuyo frente polar, con sus ondulaciones cruza la Península, naciendo los largos temporales que riegan copiosamente las vertientes atlántica y mediterránea españolas." Las lluvias torrenciales de Noviembre de 1987 en Levante y Murcia. José Jaime Capel Molina.



Estas precipitaciones de fuerte intensidad tienen consecuencias negativas sobre el territorio y son importantes en cuanto afectan a las dos actividades económicas fundamentales del lugar: turismo (por el deterioro de playas, paseo marítimo, etc.) y agricultura (destrozo de cosechas y estructuras agrarias de producción, como los invernaderos, etc.).
Las inundaciones de 1.987 dejaron una huella en el territorio que ha tardado mucho tiempo en desaparecer: destrucción de paseos marítimos, daños en cimientos de numerosas viviendas, desperfectos en las carreteras; árboles, automóviles y todo tipo de enseres domésticos fueron arrastrados por las aguas y depositados en el Mar Menor, envueltos en gran cantidad de lodo procedente de las tierras agrícolas del interior.


Y las imágenes del Meteosat correspondientes a esos días:




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