Las residencias de estudiantes o residencias universitarias son centros que proporcionan alojamiento además de tener como objetivo la promoción y la formación de estudiantes. En el primer caso, la residencia de estudiantes acoge a estudiantes universitarios y no universitarios, y en el segundo caso, el de la residencia universitaria, acoge principalmente a estudiantes universitarios.
Lo más habitual es que la residencia de estudiantes universitaria esté enclavada en una organización universitaria, dentro del campus universitario, aunque lo habitual es que la gestión de la residencia universitaria sea autónoma, es decir, que la gestione una empresa externa a la Universidad con la que normalmente habrá algún tipo de convenio.
Los servicios con los que cuentan las residencias de estudiantes y las residencias universitarias suelen ir desde el alojamiento y la manutención hasta los servicios de lavandería y biblioteca. Además, según la categoría de estas residencias, también contarán con servicios complementarios como cine, conciertos, planificación de excursiones o actividades deportivas.
En nuestro país es muy frecuente denominar como Colegio Mayor a una residencia universitaria. También se suele denominar como Colegio Mayor al edificio donde residen estudiantes universitarios sometidos a cierto régimen y en el que se ofrecen actividades culturales, académicas, religiosas o deportivas, además de alojamiento.
Colegio Mayor es una institución propia de la universidad, que históricamente era una parte esencial de ella, pues allí se desarrollaban también actividades docentes e investigadoras, lo que en la mayoría de los casos han pasado a desempeñar las facultades y escuelas universitarias.
Un poco de historia de la wikipedia:
Históricamente, especialmente en las universidades españolas de la Baja Edad Media y el Antiguo Régimen, un Colegio Mayor era una institución que daba formación universitaria de grados mayores (licenciatura y doctorado), además de dar alojamiento a los estudiantes. A veces eran una especie de prolongación de una Universidad y otras fueron el germen de una Universidad. A menudo eran fundaciones de mecenas con un fin muy determinado (p.e. el Colegio Mayor de Santiago el Zebedeo, de Salamanca fue creado por el arzobispo de Santiago de Compostela, Alonso de Fonseca, para los estudiantes gallegos).
Funcionaban con una gran autonomía; los profesores iban a dar clases en ellos, aunque luego los colegiales debían rendir examen en la Universidad. Los propios colegiales regían su Colegio en los aspectos administrativos y económicos y nombraban rector de entre ellos. Los estudiantes de los colegios más renombrados presumían durante toda su vida de haber pertenecido a ellos.
En la España del siglo XVII no había más que seis Colegios Mayores; cuatro en Salamanca: los de San Bartolomé o Colegio Viejo, (1401), de Cuenca (1500), de Santiago el Zebedeo (1519) y de Oviedo (1521); uno en Valladolid: el de Santa Cruz (1482) y otro en Alcalá de Henares: el de San Ildefonso (1499).
También existían los Colegios Menores (o simplemente Colegios), donde se daba el grado menor: bachiller; que por entonces ya servía para ejercer una profesión.
En San Ildefonso, los estudiantes podían ser becarios porcionistas cuyos estudios eran pagados por alguna institución o por miembros de la alta nobleza, en ocasiones en condición de asistentes de los jóvenes miembros de esas casas nobles que acudían a estudiar. Ambos tenían que hacer frente a ocho cursos de un año de duración cada uno (estudios de artes, derecho canónico, teología).
Fundados por altos clérigos, los colegios estaban originalmente destinados a los estudiantes de mérito pero de origen modesto. Los colegios mayores fueron desviados de su destino inicial en la medida en que las plazas que ofertaban fueron monopolizadas por los hijos de la élite política española (aristocracia, nobleza y letrados), fenómeno que alcanzó una rigidez total a partir del siglo XVII. En un contexto de multiplicación de los títulos y escasez de cargos a desempeñar, estos últimos se aseguraron, por cooptación, el acceso a los colegios de mayor prestigio, la mejor opción como trampolines para acceder a brillantes carreras en las funciones más elevadas de los medios eclesiásticos o en los consejos y audiencias. Para un sistema pujante de clientelismo y patronaje, los colegios mayores se convirtieron en "una máquina formidable de reproducción de los servidores reales ente los hijos de los letrados", contribuyendo a una extensa captación de cargos y al cierre del aparato del Estado. De esta forma, estos letrados representaban el 57,9 % de los miembros del Consejo de Castilla con Felipe II (1578-1598-1621), el 68,5 % con Felipe IV (1605-1621-1665) y el 72,5 % con Carlos II (1661-1665-1700). De tal hecho nació sin duda el mote de Colegio Mayor que se aplicaba irónicamente a esa institución.
Los Colegios Mayores en España fueron suprimidos temporalmente como consecuencia de las reformas ilustradas, en 1798.
Un post muy interesante comparando las diferentes modalidades para vivir mientras estudias en la universidad de otra ciudad. Todo dependerá de las necesidades de cada persona durante los años de sus estudios.
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